Si has llegado hasta aquí caminando, tómate un merecido descanso. Este lugar seguro que te va a cautivar y así seguirás conociendo algo más sobre Granadilla y su historia.
Sé bienvenido a Charco del Pino, un lugar lleno de historia y raíces profundas. En esta localidad, nos sumergimos en el pasado aborigen de Tenerife, ya que en esa época se conocía como Chiñama, nombre que toma de la montaña que majestuosamente domina el pueblo y que guarda vestigios arqueológicos guanches.
Este rincón ha adquirido su identidad y riqueza cultural gracias a su conexión con los primeros habitantes de la isla, pero también a los colonizadores españoles. Ellos poblaron esta zona y levantaron la entonces ermita de San Luis Rey de Francia, que hoy, como iglesia, es el elemento central del pueblo.
La creación de Charco del Pino se debe a dos razones. En primer lugar, el Camino Real de Sur, una antigua vía de comunicación que conectaba el sur de la isla con La Laguna y que discurre por esta zona. Pero también, se destaca por contar con agua en uno de sus barrancos. Incluso en tiempos aborígenes, la gente de la zona tomaba agua gracias a un ere, como el que hemos visto kilómetros más abajo junto a la Cueva del Hermano Pedro.
Seguro que en tu infancia has buscado agua excavando en la arena de la playa junto a la orilla del mar. El mismo sistema se hacía antaño en estos pozos naturales en los barrancos. Se iba quitando la arena y grava que cubría las pocetas dejando que el agua aflorara a la superficie. Gracias a ello bebían los rebaños de cabras, pero también los habitantes de esta zona del municipio. El ingenio aparece ante la adversidad y la necesidad.
La historia de Charco del Pino es, por tanto, una historia de adaptación, supervivencia y tradición que se remonta a tiempos antiguos y que sigue siendo parte de la identidad de esta comunidad.
No nos iremos muy lejos ahora, eso sí, te pedimos un pequeño esfuerzo para subir a la Montaña de Chiñama. Te prometemos que merece la pena.
La creación de Charco del Pino se debe a dos razones. En primer lugar, el Camino Real de Sur, una antigua vía de comunicación que conectaba el sur de la isla con La Laguna y que discurre por esta zona. Pero también, se destaca por contar con agua en uno de sus barrancos. Incluso en tiempos aborígenes, la gente de la zona tomaba agua gracias a un ere, como el que hemos visto kilómetros más abajo junto a la Cueva del Hermano Pedro.
Seguro que en tu infancia has buscado agua excavando en la arena de la playa junto a la orilla del mar. El mismo sistema se hacía antaño en estos pozos naturales en los barrancos. Se iba quitando la arena y grava que cubría las pocetas dejando que el agua aflorara a la superficie. Gracias a ello bebían los rebaños de cabras, pero también los habitantes de esta zona del municipio. El ingenio aparece ante la adversidad y la necesidad.
La historia de Charco del Pino es, por tanto, una historia de adaptación, supervivencia y tradición que se remonta a tiempos antiguos y que sigue siendo parte de la identidad de esta comunidad.
No nos iremos muy lejos ahora, eso sí, te pedimos un pequeño esfuerzo para subir a la Montaña de Chiñama. Te prometemos que merece la pena.
270 - 587 mts.
Acera + Senderos + Pistas.
0,9 Km; 5,5 Km.
Media
2 hr
(2) Opcional visita al centro de San Isidro y ermita